La guerra subsidiaria de 3 países

Muchas veces hemos escuchado menciones sobre las guerras interminables que hay en el Medio Oriente, y aunque nos resulte sarcástico o llamativo, el medio por el que nos resultamos enterando, en la mayoría de las veces, es por América del Norte, es decir Estados Unidos. Pero con todo esto ¿qué tiene que ver Estados Unidos con esta guerra? ¿cómo fue que se involucró en este conflicto? Muchos no lo tenemos o teníamos en cuenta, pero este problema internacional ha sido tratado durante un extenso periodo, ya que su surgimiento fue a partir de la segunda mitad del siglo XX. Pero cómo fue que se inició esta guerra, cuál es su propósito o cómo es que se ha mantenido durante tantas décadas; pues, aunque se tenga que ir al comienzo de los comienzos para así poder entender de forma más clara y directa el problema que emergió de estos países, ubiquémonos primeramente en el después de la última gran y segunda guerra mundial.

Estados Unidos terminó siendo la mayor potencia en el mundo, junto con Rusia, que en ese entonces era conocida como la URSS; ambos países se retaron por tantos años sólo con el afán de averiguar quién sería el que podría obtener el mayor o total control en el mundo, intentando lo imposible. Un ejemplo de los tantos codiciosos intentos que hicieron para demostrar su poder fue la sustitución que hubo en los agentes internacionales dentro del Medio Oriente, donde Gran Bretaña y Francia renunciaron a sus cargos traspasándolos a los nuevos candidatos. Por su parte Los norteamericanos no perdieron el tiempo, y sin pensarlo, optaron por pedir el petróleo perteneciente a los países árabes, aliándose con cada uno, tratando de nuevo lo imposible al apoyar al nuevo Estado Judío, Israel, el cual en ese entonces era casi completamente rechazado entre los demás países productores del petróleo. Y así fue que Estados Unidos, desde finales de los años cuarenta del siglo XX, se ha mantenido en el enfrentamiento de Medio Oriente a sus intereses contrapuestos, los cuales se les puede resumir a la necesidad de preservar el abastecimiento de petróleo; a la necesidad de anular al terrorismo islámico y, finalmente, el interés por defender al Estado de Israel.

Siguiendo su mentalidad expuesta en esos tiempos, Estados Unidos se dio cuenta que la obtención de la disponibilidad de los países de Medio Oriente era un apoyo que resultaba bastante ventajoso, es así que su política se centró en tres países: en Israel, Arabia Saudita e Irán. Israel seguía siendo considerado como un aliado y se debía mantener bajo la influencia de Estados Unidos; y en cuanto a Irán y a Arabia Saudita, los territorios ocupados por los israelíes serían utilizados como moneda de cambio y, por si fuera poco, la ayuda militar a Israel sería lo suficientemente grande como para convencer a los países árabes que la única posibilidad viable en Oriente Medio era el estar cerca de los Estados Unidos. Sin embargo, los lazos entre Irán y Estados Unidos tuvieron poca trascendencia hasta la Guerra Fría y las exportaciones de petróleo del golfo Pérsico. Existen diversas opiniones sobre la causa de décadas de pobres relaciones. Se incluye desde un conflicto natural e inevitable entre la Revolución islámica de una part,e y la arrogancia estadounidense y el deseo de una dictadura global y hegemonía por la otra. Y En la actualidad no existen vínculos diplomáticos formales entre Irán y Estados Unidos, los pocos vínculos entre ambos países están mediados y representados por terceros países.

Esta rivalidad ha ido sólo en aumento, ya que estando en el siglo XXI han surgido una serie de crisis que han involucrado directamente a estos dos países y, en menor medida, a sus aliados. Entre 2005 y 2007, una crisis diplomática por el programa nuclear iraní vio fuertemente tensionadas las relaciones internacionales entre Estados Unidos, Irán e Israel. El ataque aéreo que fue realizado por las Fuerzas armadas de Estados Unidos en el aeropuerto Internacional de Bagdad el 3 de enero del 2020, que terminó con la muerte del Qasem Soleimani, un general iraní comandante de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Las relaciones diplomáticas entre ambos países se han tensado a lo largo de la realizasión de estos actos. Y la crisis no ha terminado entre los dos países y no terminará muy pronto, ya que hay muchos intereses involucrados y por lo mismo, no se prevé una guerra a corto plazo. Seguirán existiendo tensiones en la región variadamente, donde ambos países perderán y ganarán en esta batalla interminable. Por: Miriam Hernández Pacheco